domingo, 3 de agosto de 2008

Poesía, poesía eres tú, dijo becquer.

Cuando empecé a escribir hace 10 años, estaba profundamente influenciado por Raul Gomez Jattin, por una mujer de ojos grandes y negros (igualita a Amy, la sailor mercury, pero en negro no en azul) y por las canciones de Servando y Florentino, Salserín y Alejandro Sanz. Mis primeros poemas no eran muy buenos, los segundos eran apenas soportables y me tardé 3 años en poder escribir algo que en verdad me gustara un poco. Hoy hace mucho que no escribo poemas, he escrito otras cosas, cuentos, intentos de novela, capitulos nunca aceptados para Padres e Hijos, una obra de teatro para enamorar una mujer, y ensayos larguisimos para la universidad.

Hoy he decidido escribir un poema.

No sé que hay detras del hoy,
cuantas muertes fueron necesarias para nuestro encuentro,
no estoy seguro de si vine por elección
o porque todas las demas puertas se habían cerrado.
No sé cómo llegamos a esto
por qué mis palabras te hieren
por qué no sé cómo hablarte.
Sólo contigo vivo pleno, digo
pero luego no siento necesitarte
Te quiero, pero molesta tu presencia
deseo acariciar tu piel que imagino de lija,
Si te encontrara callada
te diria que extraño tu voz,
no miento, te quiero
pero abres la boca para reclamarme que te haya intentado olvidar.
Olvidarte, como si olvidarte fuera posible
me defiendo, tu me muerdes
mis dientes tiemblan con hambre de tu piel
tus uñas, garfios, se clavan en mis brazos
te quiero y desisten mis dientes.
Te llamo melodramatica, te ries y te callas,
desapareces sentada en tu silla,
te pido que vuelvas al menos una vez más.
Sonries, me dices que no lo haras
que no quieres lastimarme más
te vas y grito para que me oigas
que solo me lastima tu ausencia.

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