martes, 30 de septiembre de 2008

Se supone que esta semana debo encontrarme con una amiga para recoger mis gafas que dejé en el apartamento de ella hará un mes o algo así. Necesito mis lentes para leer, usar el computador, mirar el amanecer, bañarme con los lentes puestos y sobre todo para sentir algo de peso sobre la nariz todo el día. El problema es que no sé si quiero verla, pues sí quiero porque es mi amiga y la aprecio inmensamente, pero no sé si a ella le convenga ser mi  amiga. Desde que me conoció siempre ha sentido algo por mi, y hace poco me confesó que ella espera ser algún dia mi esposa y todo eso. Lo peor es que su madre la apoya en su actitud de espera.

No pienso maltratarla para alejarla por tres razones: 1. No soy un hijodeputa desalmado que trata mal a la gente porque sí. 2. Segun mi experiencia esa actitud no funciona para alejar a la gente, solo la acerca porque la hace sentir que uno está asustado de su proximidad. 3. No me gustan ese tipo de juegos sicologicos, yo digo las cosas de frente. Yo se lo he dicho, que es una gran amiga y que creo que cualquier hombre tendría mucha suerte al andar con ella, pero ese no es el tipo de suerte que yo quiero tener.

Lo peor, es que yo he sentido un par de veces que el mejor movimiento que podía hacer era estar allí esperando que una mujer particular se diera cuenta de que yo era un hombre, que todo nuestro tiempo de amistad fue una emboscada para enamorarla y que en el fondo me amaba a mí y a nadie más. Hoy sé que toda esa actitud es ridicula.  Los primeros amores siempre son difíciles de olvidar, a mí me tomó seis años olvidar a mi amor del colegio, pero debemos hacerlo esperar a que las cosas cambien mientras nos mantenemos en el lugar de siempre, en la misma ciudad y con la misma gente, no sirve de nada. Seguir allí en esas condiciones es seguir jugando el mismo rol durante muchos años, y mientras el otro cambia su imagen de uno no lo hará. A veces alejarse es la única manera en que se puede tener esperanza de que en el reencuentro las cosas sean distintas.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Creo que tengo gripa. Hoy estuve pensando y no recuerdo porque, en los niños genios.  En lo dificil que es tener un talento y lo mucho que influye el mundo en que ese talento se desarrolle. YO estudie con un sujeto que había empezado a escribir a los 6 años, y que al llegar a los 15 había publicado al menos tres libros. Yo empece a escribir a los 15. No hay como negar que ambos teniamos talento entonces, pero el tenía ya 9 años de experiencia. ahora es un sujeto reconocido, más o menos y yo sigo sin haber publicado nada.  No me siento mal por eso, son procesos distintos, solo que me pregunto que hubiera pasado si sus padres no lo hubieran apoyado en la escritura. O si a mi no me hubieran permitido leer tanto. 

domingo, 28 de septiembre de 2008

Hubiera querido empezar por decir algo como: estaba esta mañana viendo un programa que en estados unidos pasan por el scifi channel, y me acorde de que ese es el canal favorito de carolyn y no me la he podido sacar de la cabeza en todo el dia.  La verdad es que la tengo en mi cabeza siempre. Me hace falta. Y deseo escribirle para decirle que me hace falta y que me gustaría otra oportunidad a pesar de lo idiota que he sido y que soy.  Pero claro, no sé que decirle, soy bueno con las palabras, pero no soy bueno con la verdad.

sábado, 27 de septiembre de 2008

obsesing just a little bit

Leí hace más o menos un mes que una chica que me agrada mucho, eliana, estaba asustada por algo que debía ocurrir el 27 de septiembre, o sea, hoy. Sume uno más uno y deduje que probablemente hoy era el dia en que iba a regresar a Colombia. Estuve revisando los horarios de aviones, y vuelos desde california a bogota y encontré solo dos opciones, o está llegando con la aerolinea Copa, o debe viajar esta noche con avianca y llegar mañana en la madrugada. En cualquier caso me gustaría poder estar en el aeropuerto y verla.

NO sé si es el dolor de cabeza, la preocupación pro volver a la universidad, que estoy un poco enfermo o que necesito urgentemente mis gafas, pero me siento mamado. Necesito algo de movimiento en mi vida. Asi que ahora en la tarde tras almorzar y bañarme me voy a ver el mundo por un par de horas, deseame suerte.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Mujeres talentosas.

Si, ese es el tema que me da vueltas en la cabeza hoy. Mujeres realmente talentosas, mujeres que me hacen sentir envidia de su habilidad para dibujar, y sobre todo de su sentido del humor. SI su merced entiende el ingles bien, peguese una pasada por las siguientes paginas.

Shinga, pelirroja, 23 años, cristiana. Hace un comic llamado headtrip. Tiene un sentido del humor bastante oscuro. http://headtripcomics.comicgenesis.com/

Rene Engström. Realizadora de uno de los mejores, si no es el mejor, comics que he leido en mi vida. El comic es solo para adultos, puede contener escenas de sexo, desnudos frontales, violencia e imagenes traumatizantes. Hasta esta mañana estaba convencido de que rene era un hombre... http://anderslovesmaria.reneengstrom.com/2006/09/11/2006-09-11/

Felicia day. Escritora, guionista, actriz, violinista, sexy, pelirroja natural, ojos azules, trabajó en un capitulo de House MD. A pesar de todos sus logros la razón por la que está aqui es bastante sencilla es la creadora de un hit youtubesco llamado the guild. Cualquier persona que en algun momento haya jugado a un mmorpg se va a reir de lo lindo con la serie.
http://www.watchtheguild.com/

Puede parecer tonto que para cumplir con el requisito de que escribir todos los dias publique algo así, pero hoy estoy sorprendido por el talento de estas mujeres, y porque todas son más bien lindas.

jueves, 25 de septiembre de 2008

algo breve.

Creo que tengo miedo, creo que me asusta inmensamente llevar la vida que quisiera poder llevar, creo que busco excusas para no arriesgarme demasiado, creo que ya sé lo que quiero hacer pero me asusta tanto que me concentro en programas de televisión que no me producen mucho placer.  Es cierto, no sé quién soy,  pero sé, en el fondo de mi alma, lo que quiero hacer, sé cual es la razón por la que quisiera estar en este mundo, y que no hay ninguna prueba de que no sea esa la verdadera razón.  Así que prometo solemnemente ante ti, que me lees, que desde hoy mismo, 26 de septiembre del 2008, voy a escribir algo diariamente en este blog, y voy a hacer todo lo posible para aprender más de escritura, teatro, narración, oralidad, manejo del lenguaje, y todo lo que se ocurra que me sirva para ser un mejor escritor.  Y tú, te enteraras de todo.  

Y tú? ¿Por qué razón quisieras estar en este mundo?

domingo, 14 de septiembre de 2008

La triste historia de la ancianita que no tenía donde caer muerta.

Para entender el titulo deben saber dos cosas:

- El universo no es un coso asexuado, no tampoco es de genero masculino a pesar de que se le llame el universo. EL universo es mujer, es una mujer inmensa, oscura, en proceso de expansión, y que sufrió la menopausia hace millones de años. El universo en su infinitud, es una anciana mujer llamada Carolina.

- Ella, Carolina, el universo, tiene el cabello negro y corto, los ojos grandes, la sonrisa más bella que jamás ojos humanos han visto, y no tiene donde caerse muerta más que sobre sí misma. Así que lentamente se enrrolla en si misma, y percibe como los pliegues de su piel se convierten agujeros negros que absorben la piel que está alrededor de ellos.  Escucha sus huesos crujir, y un par de lagrimas le brotan de los ojos por culpa de la artritis. Carolina, el universo no tiene donde caerse muerta. Lo bueno es que si todo sale bien en un par de meses tendrá donde acomodar más de su piel, lo malo es que yo soy muy pequeño, la humanidad es muy insignificante para hacerselo saber.

Un grupo de cientificos locos se reunieron en suiza para discutir la manera en que se podría destruir el mundo para empezar con los planes de conquista mundial desde cero en otro momento.Y tras pensarlo mucho, decidieron que la manera más facil era recrear el bigbang. Para eso han construido un inmenso anillo, de tres kilometros de diametro para poner a acelerar en él un par de haces de alguna materia durante un par de semanas. Los haces de materia van a alcanzar casi la velocidad de la luz antes de chocar entre sí. Los cientificos esperan que así se pueda conocer la materia original del universo, y que se cree una pequeña replica del universo a escala subatomica para que cada quien pueda eventualmente tener un pequeño universo en su cuarto. Tengo al universo en la palma de mi mano no volvera a ser una simple expresión. Será una posibilidad. 

Durante el experimiento podrían ocasionarse un par de agujeros negros, que segun los cientificos, desaparecerían por si solos. Pero si no lo hacen y crecen un poco. Tras alcanzar un tamaño visible a simple vista, se tragaría la tierra en trecientas millonesimas de segundo. Carolina podría tener donde caer muerta. Pero y a nosotros, quien nos va a echar de menos?.

lunes, 8 de septiembre de 2008

15 gritos, una coca-cola y una gota de sangre.

Lo de los 15 gritos es una narración, La noche de los 15 gritos. la coca-cola es el unico vicio que tengo ( no bebo, no fumo( ya no), no soy sadico, no maltrato animales por diversión, no persigo a los judios, ni aprendí 15 artes marciales distintas para acostarme con muchas nenas. Y bueno, lo de la sangre es porque... bueno, me gusta la sangre, tiene una textura interesante, significa mucho el que la sangre se derrame, y es aún más significativo el hecho de que se comparta con alguien. No tengo manias vampiricas ni nada de eso, pero la sangre es fascinante.

La noche de los quince gritos.

Pues bien, el primer grito fue el de una mujer, una mujer alta, de pelo negro corto, ojos grandes, y unos treinta-y-algo. Un grito es sólo eso, podría haber visto un reflejo raro en la ventana, o quizas un raton paso corriendo entre sus piernas. Quiza, su esposo la estaba abrazando y por accidente le cortó un dedo, como en aquella pelicula. Solo fue un grito, ni siquiera demasiado fuerte, no lo oí, pero sé que existió. Miro a la mujer de manera obsesiva cada rato para ver su cuerpo al caminar, su sonrisa al oir algo divertido, y la manera en que maneja los cuchillos, como si en otra vida, o en esta se hubiera dedicado a hacer malabares con ellos.

El segundo grito vino de abajo de mi casa, un hombre extranjero de cabellos negros, una mandibula cuadrada, y ojos pequeños, como si siempre estuviera apuntando a lo lejos. Con un sombrero encima, un tabaco en la mano derecha, y un indio muerto a sus pies sería un vaquero cualquiera del lejano oeste. No habla bien el español, y es claro que nadie esperaría que ese hombre parecido a los vaqueros más rudos pudiera gritar pero lo hizo.

Luego vino el tercer grito, o los terceros gritos, una pareja en el piso de arriba estaba aparentemente arrancandose a bocados la piel, el gritaba, ella gemia como cansada y adolorida, un gemido no es un grito. Los golpes de los vecinos no detenían su faena, salí un momento al area comun para ver quienes querían detener ese delicioso y sangriento festín de placer y dolor. Unos golpeaban a la puerta, otros pedían en la portería que les hicieran un llamado: -Aquí viven niños- decían.

El cuarto grito fue un hombre que golpeaba la puerta, desesperado se había lanzado contra ella intentando romperla. Un lago, río, transparente se encontraba en el piso, nacía debajo de el. Se mantenía en el piso agarrandose el brazo y antes de que lo dijera lo supe, se había roto algo. Encontré increible que se pudiera hacer tanto daño al golpear una puerta. Me acerqué a ésta pensando que me gustaría ver el show en vivo y no sólo escucharlo. La patee. No cedió, probablemente ni siquiera notó que el hombre había intentado derribarla. Me encendí un cigarrillo y ofrecí uno al hombre que yacia en el suelo. No quiso, siguio llorando. Cerré los ojos.

El quinto grito vino acompañado de un empujon. Un amigo, vecino o lo que sea del hombre que lloraba por su hueso roto, me gritó por no auxiliar al hombre. -Malparido hijueputa!!, Gonorrea!!- Recuerdo sólo las primeras palabras, yo solo sonreía y disfrutaba. Los dientes atraviesan la carne en sus puntos más sensibles, la parte interna del muslo justo antes del pubis, el cuello destrozado por los caninos que se arrastran cortantes sobre él...

Puta!!! grito alguien en la portería. Llevaban ya unos 10 minutos timbrando al apartamento y nada que contestaban. Ese fue el sexto grito, El septimo vino poco despues de manera sorpresiva. El señor tomate, hombre de unos 50 años, redondo más que gordo, quien poseía una cabellera resistente que le rodeaba las orejas, y una calvicie persistente que dominaba todo el resto de su craneo, subia apresurado las escaleras. Estaba completamente rojo tras subir dos pisos. Había parado para tomar un respiro, y gritó, aunque probablemente no fue su intención: –¡Me muero!–. Yo seguía imaginando la escena, la mujer atada al hombre por las manos, firmemente, cada mordisco, cada pequeño pedazo de placer debía ser permitido y deseado por ambos, las posiciones limitadas, los cuchillos en la cocina, ella clava sus uñas en la espalda de él, el lleva sus manos atras para saber que podría pasar.La golpea contra la pared mientras intenta levantarla solo con sus piernas, y ella baja las manos buscando un punto más sensible.

El octavo vino de adentro del apartamento. Luego silencio. Fue un grito raro, crudo. No había en él nada, ni placer, ni dolor, ni sangre. Era un grito elemental. Terminé mi cigarrillo, quizas el segundo, y bajé. Con todo el asunto de la pareja nadie me recordó que no se puede fumar en el edificio. Peor para ellos.

Bajé a mi guarida para seguir acechando a la hermosa mujer del primer grito. Alta, cabellos negros, en su cocina. Quieta, mirando al frente como quien espera que la leche suba antes de apagarla. El noveno grito no fue sorpresivo. Mi nombre precedido de señor, alguien quería hablar conmigo, alguien del edificio. –Entenderá que su comportamiento no puede ser aceptado...– pregunté si era por haber fumado. Su rostro cambió de color, evidentemente no era por eso. –¿Es por qué vendo drogas en este apartamento?– No, no parecía ser eso. – Acaso la policia me relacionó con el ultimo senador asesinado? Demonios sabía que algun día harían bien su trabajo. Un consejo amigo, no se fie de la estupidez humana–. Y mientras nombraba uno tras otro crímenes imaginarios, desde robar la joyas de la corona inglesa hasta ser el nuevo lider de los grupos neonazies en Colombia, el señor del brazo roto entró por mi puerta. Le ofreci un cigarrillo.

Su ¡No!, fue el decimo grito. La pareja vecina seguía en silencio. Miré al administrador. – Muy bien señor, dejemoslo en que tengo dos meses para irme, y todos contentos. Le juro que de saber que estaba cerca no me hubiera fumado los dos cigarrillos solo, le hubiera invitado uno–. El administrador se levantó de la silla en que se había sentado durante mi confesión y salió por mi puerta.

No ayudar a un hombre que se hace daño a sí mismo no es pecado, antes es un acto de caridad – le dije a brazo-roto.– Digame que no se siente mejor persona que esta mañana, sacrificó un brazo por la moral y la justicia. Es un heroe.–.Reí, me miraba amenazadoramente, pero yo mantenía mi distancia. –Dentro de poco deben empezar de nuevo… la pareja. Por qué no sube a ver si con el otro brazo tiene más suerte, y logra hacerle mella a la puerta??– Fue entonces cuando me golpeó. El onceavo grito fue mio.

Solo en mi habitación de nuevo miré por la ventana. El hombre extrajero de abajo no estaba haciendo nada que me permitiera oirlo. La mujer, cabello corto y negro, sonrisa hermosa y delicada, debía estar acostada leyendo algun libro o tomando chocolate. –Carajo, me va a hacer falta cuando me vaya– me dije. No estoy seguro de donde provino el doceavo grito, pero fue distinto, como el de un ave. Un ave en la noche no grita de esa manera me dije, tal vez una grabación, una persona afonica, un ave enjaulada. Pensé en buscar el grito en internet, pero no pude definir como escribirlo.

Vino el treceavo grito. Una voz de hombre. Estaba en el baño cuando lo oi. Me acerqué a una ventana esperando ver algo. En el baño se oían las voces de personas hablando, en mi cuarto no. Sentado sobre el inodoro escuchaba a un par de personas. No entendí nada, eco…

El catorceavo fue de la mujer de la pareja, ya no gemía, ahora gritaba como enloquecida. Pensé en salir y ver a brazo-roto lanzarse contra la puerta de nuevo. Pero aún me estaba doliendo la mandibula y nadie sería tan imbecil de lanzarse dos veces contra la misma puerta en la misma noche. Imaginé que había despertado en la mitad de la noche y se encontraba atada. Había ya pasado hace mucho la media noche. Imaginé que despertó atada, y el hombre, su novio, su esposo tiene un cuchillo en la mano. –No!!– gritaba ella genuinamente asustada. Los gritos bajaron de intensidad, y luego el silencio. Miré de nuevo por la ventana, en la madrugada todo es silencioso, oscuro, y el frio se mete dentro de los huesos provocando una extraña sensación de entumecimiento. Imaginé que se había despertado en la mitad de la noche, atada, desnuda y con la ventana abierta. El hombre le hacia caricias con hielo, ella gritaba. Había gritado. Percibí un movimiento en el edificio de la mujer de ojos grandes y negros. Miré fijamente hacia alla, no hubiera querido que a ella le pasara nada malo. O tal vez sí.

EL quinceavo grito fue un grito de reconocimiento, algo como : ¡Hey! acompañado de un mano que se movia de un lado al otro, como saludando. Provenía de ella, ella en la ventana, mirando desde la oscuridad a la pareja que yo escuchaba. Le devolví el saludo. Mi compañera en el crimen, pensé. Y mientras me acostaba a dormir satisfecho con la noche decidí que de vez en cuando dejaría las cortinas abiertas.