lunes, 16 de noviembre de 2009

Cocinar para uno

Me gusta cocinar. Creo que eso debe quedar claro, aunque por otra parte creo que debe haber quedado claro hace mucho, aunque debería hacer una aclaración, me gusta más comer que cocinar, y me gusta más cocinar postres que comida de verdad. Me fascina la manera en que la masa de los pasteles se queda pegada en los trinches que uso para batirla hasta que queda en el punto exacto en que todos los ingredientes se vuelven un solo liquido viscoso y delicioso. Está de más decir que me gusta como sabe, claro que eso tiene que ver con mi gusto por la comida cruda, me fascina la carne semicocida, cuando todavía hay algo de sangre brotando de ella. Me gusta comer la masa de los quibbes, esas albondigas de carne, rellenas de carne molida, cebolla y pimienta, tan propias de la comida arabe ( la definición de albondigas la leí en bogotá, aca en cartagena diriamos, un quibbe es, ajá,¿ ya?, como una carimañola pero de carne). En conclusion me gusta la comida cruda y me gusta hacer postres, principalmente pasteles; hago unos brownies que son adictivos como la heroina y deliciosos como ningun otro brownie que haya probado jamás, además la torta de canela que hice para mi cumpleaños era tan rica que aumenté medio kilo ese fin de semana porque mi fuerza de voluntad no resistía la tentación mucho tiempo, y no fui el unico que aumentó de peso.

El asunto es que ya que me gusta cocinar decidí comprarme un libro de cocina, en principio me sentí culpable, que pendejada comprarse un libro con un numero limitado de recetas cuando hay una infinidad en internet, que por otra parte me ha servido fielmente como fuente de recetas durante años. Luego, aun en la libreria, miré el libro más de cerca, lo olí, mire sus imagenes, leí un par de recetas que me sonaron deliciosas, y finalmente leí la introducción, donde me encontré con lo siguiente

" Comer es un acto intimo. De uno. Al menos así inicia. (...) A veces, muchas veces, uno come sólo; y en general, ese comer solo es un acto de encuentro con el gusto y la necesidad. Ese cuadro de soledad e intimidad es el que hay que imaginar a la hora de cocinar "para uno"."

Y yo sé, no es matador, pero eso de comer es un acto intimo hizo que me agradara la chica, Y pues quiero cocinar para mí, sólo para mi. Estoy cansado de comer lo mismo dia tras dia, porque no saben preparar otra cosa, y estoy cansado de tener que aceptar comer cosas altas en grasas y sales que no cociné yo. Porque no me importa comer algo de grasa de vez en cuando, y la mantequilla  da un buen sabor, pero si no soy yo el que toma las decisiones entonces es una violación a mi estomago, una afrenta a mi buen juicio, y un insulto a mis habilidades cocineriles.

Y he estado leyendo el libro, me gusta, tanto la actitud de la sujeta como la idea de hacer las recetas del libro suena bien para empezar. Así que te propongo un trato, en estos meses de fin de año voy a intentar cocinar todos los días algo del libro, nada muy complejo, y voy a decirte que hice, como me pareció y como creo que podría ser algo mejor. Estoy pensando en la posibilidad de escribir en otro blog algo como Solteros sin sirvienta( claro guiño a Julie & Julia), o Cocinando para mí, o Comiendo variado, o La muela proverbial, o Soltero cocinando. Todavía no decido. Mañana va a ser un  dia un poco ocupado así que voy a empezar con algo sencillo y economico en el desayuno, un smoothie de banano y naranja, tal y como se propone en libro por dos razones, me gustan tanto las naranjas como los bananos, y me asusta mezclar naranja con yogur, por esto de que los lacteos son cortados por el limon y la leche cortada me da cosa.
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